¿Cómo saber si estoy embarazada antes de la regla?

Estoy embarazada

¡Hola! Gracias por llegar a Estoy embarazada. Estamos felices de ayudarte en este maravilloso proceso de descubrimiento. Nuestro blog nació para guiarte. Tu cuerpo podría estar preparándose para hacerte madre y si nos lees en este momento, es porque buscas confirmar o descartar la posibilidad. La gestación comienza desde el primer momento de la fecundación. Sin embargo, no es sino hasta poco después, que tu cuerpo comienza a dar señales más claras, más allá de tu menstruación. Por consiguiente, hablaremos de ellas en este artículo.
La ausencia de sangrado suele ser el mayor de indicio de que estás embarazada. No obstante, ¿Cómo puedo advertirlo antes? Algunas señales pueden ser los cambios en tus senos, cansancio, leve sangrado, náuseas, aumento en las ganas de orinar, variaciones drásticas en el humor e incluso, la sensibilidad a sabores u olores.
Existen ocasiones, claro está, en que las madres pueden identificarlo porque han pasado por más de un embarazo. Al ser así, la sorpresa se convierte en una pregunta personal de… ¿Será que estoy embarazada? Los cambios y síntomas sufridos se repiten en su cuerpo, y los detectan de manera más sencilla. Lo mismo es un poco más complejo en mamás primerizas. 
Antes de avanzar, es importante aclarar que sólo un test de embarazo, ya sea en  orina o sangre pondrán confirmar tu estado. Así mismo, la consulta con tu ginecólogo te dará la respuesta definitiva. Esto porque es necesario identificar que hay presencia de beta-hCG, que es la hormona relacionada con el embarazo.

¿Puedo hacer una prueba para saber si estoy embarazada?

La respuesta es no. Los especialistas no lo recomiendan. Existe un tiempo específico para que la hormona beta-hCG aparezca. Como conclusión, hacer el test antes de tiempo puede derivar en un falso negativo. La consecuencia sería un resultado no fiable que podrías evitar al esperar unos días, tras tu primer retraso o al menos 15 días después de haber tenido relaciones sexuales sin protección. 
Sin embargo, entraste a este artículo para adelantarte un poco a este escenario. Es normal. La ansiedad, emoción o incluso la angustia pueden adueñarse de nosotras. Por este motivo, hablaremos de un síntoma que, en Estoy embarazada consideramos el más notorio.

Sensibilidad en gusto y olfato: el síntoma más notorio

El embarazo trae consigo algunas incomodidades y muchos, muchos cambios. Entre aspectos positivos y negativos, se va dando la gestación. Es maravilloso, pero también puede ser complicado o hasta desagradable. Tal es lo que pasa con la sensibilidad que se presenta en el gusto y el olfato. La percepción que tenías de los olores cambia radicalmente. Así mismo, sucede con los sabores. 
En este caso, las hormonas son responsables – una vez más – de agudizar los sentidos. Puede que antes algunos aromas pasasen desapercibidos para ti y ahora los sientes de manera intensa. De la misma forma, los perfumes que más te gustaban pasan a ser desagradables y repulsivos. 
Tus papilas gustativas experimentan algo parecido. Comienzan a darse los populares “antojos de embarazada”. Deseos intensos de sentir un sabor en específico o el asco total frente a lo que antes era tu plato favorito. Incluso, existe la posibilidad de que desarrolles aversión por determinados sabores y olores. Los que comúnmente entran en este grupo son los pescados, el café, las carnes y el tabaco. Sin embargo, cada cuerpo es diferente y con ello, cada experiencia.
Como te mencionamos en nuestro primer artículo, todo en tu vida está por cambiar y dimensionarse. Hay mucho sucediendo en tu cuerpo. 
El fenómeno es definido como hiperosmia. El aumento de la sensibilidad puede presentarse durante el embarazo e igualmente, en el climaterio (un periodo previo a la menopausia). En el primer caso, se trata de una alteración fisiológica. Es provocada debido al aumento de los estrógenos en tu cuerpo y ¡Ding! ¡Dong! Como dato curioso, el trastorno es el mismo que padece el personaje principal de la película y libro, El perfume. En la historia, él puede percibir olores con mayor intensidad y desde distancias mucho más largas, en comparación a un olfato normativo.
Padecer algo así podría considerarse como ventaja para sommeliers y perfumistas, pero no cuando se trata de un embarazo. En realidad, es más una molestia muy desagradable, pero una que en definitiva, lo vale si es lo que deseas. La duración de la hiperosmia puede variar. Algunas personas la superan a los tres meses de gestación. Es decir, sólo tienen este síntoma durante el primer trimestre, ya sea porque disminuye o desaparece. Del mismo modo, hay quienes lo viven hasta el final del proceso

¿La hiperosmia puede provocar náuseas y vómitos?

En Estoy embarazada, nos hemos dado la tarea de investigar y explicar todo muy bien, para que sepas con detalles qué sucede en tu cuerpo. A partir de ahí, queremos recordarte un punto importante. Ese es que el gusto y el olfato están muy relacionados. Es decir, trabajan en conjunto. Las papilas gustativas son las encargadas de identificar el gusto. En el caso del nervio del olfato, los olores.
 Al vivir una extrema sensibilidad en ambos, aumentan las náuseas. Cualquier olor puede resultar desagradable y acto seguido, sentirse en las papilas. Muchas veces el rechazo será tan fuerte que vas a vomitar.
Así que sí, la hiperosmia puede provocar náuseas y vómitos. 
Los cambios en el gusto y olfato durante el embarazo serán más fuertes los primeros meses. ¿Por qué? Porque tus cambios fisiológicos y hormonales están comenzando y son más agresivos en este punto.

¿Hay otras formas de saber si estoy embarazada?

Sí, claro que sí. Además, existen foros de reproducción asistida que tratan temas como los síntomas previos a la menstruación. Verás que hay muchas mujeres y hombres con dudas como las que tú tienes hoy, que son respondidas por especialistas. A veces, entrar en grupos o espacios así es de mucha ayuda para disminuir la ansiedad y entender lo que sucede contigo en este momento. 
Otros síntomas de los que te hablarán son los siguientes:
  • Dolor en senos: ¡Prepárate! Porque tus senos están por cambiar en tamaño y sensibilidad. Al aumentar la producción de hormonas, también lo hacen las glándulas mamarias.
  • Flujo vaginal: Los estrógenos aumentarán en tu cuerpo. Con ello, la secreción vaginal. Grueso, blanco y sin olor, esto pasa porque se está formando un “moco cervical”. Funciona como un tapón que ayuda a proteger al útero de microorganismos. 
  • Sangrado: sin abundancia, rosáceo o con matices marrones son las características de un sangrado leve posterior a la fecundación. Puede darse dentro de los primeros 15 días. No tiene olor. Se da debido a la implantación del embrión. 
  • Cansancio: los primeros días van a venir con un cansancio excesivo. Se debe al aumento de tu temperatura basal, la baja en tu presión arterial, un ritmo cardíaco más acelerado y más sueño. Estás preparándote para la gestación. 
  • Cambios de humor: Una vez más: hormonas. El cambio o esta especie de revolución sucede desde el primer momento. Por esto, se puede tomar como un síntoma previo a la regla. Los cambios pueden ir de positivos a negativos de manera brusca.
Las señales pueden ser sutiles y también pueden confundirse con signos del síndrome premenstrual. Sin embargo, presta atención. Tu cuerpo puede darte una pauta muy clara de que estás embarazada. Nuestra recomendación en Estoy embarazada es que acudas al ginecólogo o ginecóloga lo antes posible para estar en control. Ya sea que estás embarazada o no, tu cuerpo te está hablando y debes escucharlo.