Me vino la regla pero estoy embarazada

Estoy embarazada

Me vino la regla pero estoy embarazada, es más común de lo que imaginas…sigue leyendo.
¡Hola! Estamos de regreso con una nueva entrada en nuestro blog: ¡Estoy Embarazada! Nos pone demasiado felices saber que llegamos a la tercera publicación de este espacio que hemos creado con tanto cariño para guiarte. En esta ocasión, hablaremos de si es posible que tengas la regla cuando estás en proceso de gestación. Lo cierto es que hay muchas mujeres que lo experimentan o al menos, aseveran haberlo hecho. No obstante, hay algunos detalles que debes conocer. 
Lo primero es que no se trata de “la regla”. Hablamos de “hemorragias vaginales”. Cuando suceden durante el embarazo, son de tipo deciduales y paso a paso, te daremos los detalles al respecto. Es importante que sepas que los desequilibrios hormonales suelen ser los causantes del sangrado. Sin embargo, entenderás mucho más al respecto a lo largo del artículo. 
Una recomendación que queremos compartir contigo – antes de avanzar – es ingerir ácido fólico y yodo para tratar estas alteraciones desde el primer trimestre. Los especialistas los recomiendan para que los nutrientes en tu cuerpo estén en los niveles correctos. Desde el momento en que se concibe, es idóneo tomar suplementos. Algunos los recetan desde antes.
A continuación, te invitamos a conocer mejor lo que sucede en tu cuerpo. ¡Comencemos!

Aunque me baje la regla, ¿puedo estar embarazada?

Las mujeres sufren muchas alteraciones en su cuerpo desde el momento de la fecundación. Existe una transformación completa. Una explosión. Un big bang provocado por una revolución de hormonas. Por consiguiente, vamos a comenzar por aceptar que esto es normal y nada está mal contigo. Sólo es parte del proceso y es importante que leas todos las señales de tu cuerpo. El sangrado, ejemplo, es algo que pueden atravesar el 30% de las gestantes. 

A pesar de, no, no es posible que estés creando un bebé en tu interior, si estás menstruando. Lo que experimentas puede no tener relación con tu periodo. 
Son llamadas hemorragias o “pérdidas” y pueden suceder durante el primer trimestre. Una entre cada 200 mujeres también lo viven en el segundo o tercero. Aunque es más usual que esté entre las primeras semanas, igual es posible que suceda después de la cuarta. 
Yendo un poco atrás, te explicamos:
La menstruación es la descamación o desprendimiento del endometrio. Básicamente, quiere decir que se genera una pérdida durante este proceso. El endometrio pasa a liberarse de las paredes del útero como respuesta o consecuencia de que el óvulo no haya sido fecundado en el ciclo. Al contrario, el cerebro tendrá el trabajo de dar las señales de tipo hormonal a tu ovario en caso de que la fecundación se haya producido. 
El embrión fue implantado y no se debe desprender el endometrio uterino
El cuerpo, maravillosa y sabiamente, provoca el proceso para garantizar el desarrollo del feto. De esta manera, tu cuerpo podrá convertirse en su albergue, fuente de nutrición y protección. En consecuencia de que el endometrio no se separa, ese mes y el resto de los meses – en caso de no haber interrupción – no verás la regla. El riesgo que existe en la posibilidad de menstruación está en que si esta membrana uterina es desechada, el bebé no podrá recibir la alimentación que necesita. Su desarrollo no podrá generarse y el embarazo acabaría perdiéndose.

¿Qué es el sangrado de implantación?

El sangrado de implantación puede suceder durante las primeras semanas de formación del embrión. Es posible que todavía desconozcas tu estado y lo estés confundiendo con la regla. ¿Te lo has preguntado? Así mismo, podría estar sucediendo en el caso contrario. Es muy fácil que esto suceda cuando la persona no está teniendo ningún tipo de síntoma o no lo espera. En especial, suele confundirse con el síndrome premenstrual
Es importante señalar que no es algo que le sucede a todas o, a todos .Cada caso es diferente. Por este motivo, siempre te recomendamos que tengas la guía de un especialista que lleve tu historial en específico.
Atravesar una “menstruación diferente” es algo que puede pasar en el primer mes. Quizás, la verás un poco antes de lo esperado, el sangrado será menor y su duración será curiosamente corta. Su existencia no debe preocuparte cuando tiene estas características, en caso de que busques estar embarazada. 
Es posible que tras esto, inicien síntomas como náuseas o hasta vómitos, dependiendo de la intensidad del malestar que experimentas. Algunas enfermedades o dolores a los que suelen atribuir la incomodidad son gastroenteritis o un simple malestar estomacal. Al existir la posibilidad de confusión, no imaginan que se trata de un embarazo, sino hasta que estos malestares siguen y la regla o menstruación no aparece en el siguiente mes.
Es normal que las cuentas no salgan cuando esto sucede. No obstante, la primera ecografía servirá para mostrar que posiblemente, llevas más semanas de las que pensabas. Tu doctor o doctora se encargará de darte la fecha de la posible fecundación y lo más probable es que sea anterior a la que esperabas, porque fuiste “víctima” de una falsa regla. Siendo más técnicas: sangrado de implantación.

Detalles que debes saber sobre “la falsa regla”

  • Suele suceder en el día 21 o 22, tras la regla anterior. 
  • Los síntomas que la acompañan son muy parecidos a una menstruación normal. 
  • Tus senos o mamas pueden presentar sensibilidad. 
  • El manchado a experimentar es con menor abundancia. En algunos casos, sólo son gotas. 
  • La duración es menor. 
  • Su color es diferente. Por ejemplo, puede verse rosado o rojo, pero más hacia las tonalidades marrones. 
  • Su espesor es menor.
  • No presenta coágulos.
Si tiene gran abundancia y su duración es larga, es probable que sea tu menstruación y no un embarazo.

¿Qué otras pistas pueden indicar que no es la regla?

Las náuseas o vómitos pueden ser un indicativo claro de que no se trata de la regla. Sin embargo, eso dependerá de cómo sea la menstruación para ti y qué tan fuertes sean los dolores que atraviesas. Hay mujeres que sufren náuseas, como algo normal de su periodo. Otra pista puede ser la hinchazón de tu pecho, la somnolencia o el cansancio que estés presentando. Por último, las ganas de orinar. 
Escucha tu cuerpo. Ve lo que sucede con él. Lo nuevo, lo que no sueles vivir y acude a tu médico si estos síntomas persisten. Y si estás embarazada, recuerda la importancia del ácido fólico en el embarazo.

Tres motivos que provocan el sangrado

Menstruación cercana: el estrés o periodos irregulares pueden devenir en que veas la regla en lo que se suponía eran los días cercanos a tu siguiente menstruación. Es decir, durante aquella semana de supuesta “infertilidad”, debido a la fecundación. Como consecuencia, muchas mujeres se tranquilizan porque consideran que no están embarazadas, cuando lo cierto es que su óvulo ya está implantado.
Embarazo ectópico: sucede cuando el embrión (ser vivo en sus primeras etapas) fue implantado fuera del útero. Los embarazos ectópicos pueden desarrollarse, por ejemplo, en las trompas de falopio. Usualmente, se habla de que “la bolsa” que resguarda al feto atraviesa una especie de estallido que genera un sangrado abundante, que podría parecerse a la menstruación. La hemorragia podría generarse entre la semana 6 y 16.
Irrigación del útero: en el primer trimestre del embarazo, la irrigación del útero es algo que podría presentarse. Básicamente, se trata de la dilución de la sangre a través de las arterias hacia los tejidos. Sucede cuando se conforma la placenta previa, una complicación usual en el embarazo, en la que la placenta cubre por completo tu cuello uterino o el de cualquier otra madre que lo esté viviendo. Este tipo de sangrado es ligero, pero se podría confundir con la regla.
El sangrado de implantación es otro de los posibles motivos de sangrado, como explicamos antes. Sin embargo, no es necesario preocuparse por él en caso de que quieras estar embarazada.
¿Debería acudir a un especialista?
Has llegado hasta acá porque así como muchas otras mujeres, estás preguntándote si puedes estar embarazada mientras tienes la regla. Los motivos para sangrar son más de los que puedas imaginar y además, es algo que puede suceder en diversos puntos de la gestación. También llamadas “pérdidas”, no tienen que ser graves, pero sí es recomendable que consultes con el especialista que maneja tu caso
El sangrado puede tornarse peligroso debido a complicaciones. La abundancia, el olor y dolor en él pueden ser indicativo de que algo está pasando. Toma las precauciones. Actúa lo más rápido que puedas y confía en tu ginecóloga o ginecólogo. Lo más importante: escucha a tu cuerpo.